Remates hipotecarios vs Compra-venta tradicional. ¿Cuál es mejor?
Al adquirir una vivienda, departamento, terreno o cualquier propiedad inmobiliaria, es importante tomar en cuenta determinados aspectos para saber qué es más conveniente: el método tradicional de compra-venta que casi todos conocemos o un remate hipotecario.
Un remate hipotecario es una adjudicación de cualquier tipo de propiedad que se hace en formato de subasta, mediante una autoridad jurisdiccional, mientras que la compra-venta es el método tradicional en donde se realiza un acuerdo monetario entre comprador y vendedor.
A continuación te explicamos más a detalle en qué consiste cada uno para que puedas tomar la mejor decisión.
Remate bancario
Cuando se adquiere un inmueble a través de un crédito hipotecario y el comprador no cumple con los pagos en tiempo y forma, la institución financiera tiene el derecho de poner en marcha un juicio para vender dicha propiedad.
El objetivo de los remates hipotecarios, es que la institución financiera recaude los fondos suficientes para liquidar la obligación del deudor y así recuperar una parte de la inversión del crédito otorgado.
Los derechos del inmueble en cuestión se lo otorgarán a quien realice la mejor oferta, y luego de un proceso legal se convertirá en el nuevo propietario. Finalmente, se obtiene la sentencia por la cual se declara la propiedad y se inscribe en el Registro Público de la Propiedad.
Es recomendable que antes de adquirir un remate hipotecario, te asesores con un profesional de los bienes raíces como los asesores de Aminta, esto para evitar cualquier tipo de fraude y así, encontrar la mejor oferta para ti.
Compraventa
Como mencionamos anteriormente, en los remates hipotecarios, la transacción es directamente con la entidad financiera respectiva, mientras que en la compra-venta, es todo directo con el vendedor, también puede haber intermediarios como agencias de bienes raíces y asesores inmobiliarios; esta es la principal diferencia entre ambos.
La ventaja de la compra-venta, es que brinda mayor certeza en cuanto precio, tiempos de entrega y procedimientos de cierre.
Otra de las diferencias, es que en los remates hipotecarios, el comprador debe cubrir los pagos que no se encuentren al corriente de la vivienda, mientras que en la compra-venta, el vendedor debe entregar un certificado libre de gravamen, documento que se emite en el Registro Público de la Propiedad.
Y por último, al adquirir un inmueble bajo esta modalidad, debe existir un contrato de compra-venta, en el cual, se especifica toda negociación entre el comprador y el vendedor.
¿Cuál de las dos es la mejor opción?
A ciencia cierta, no podemos asegurar si una es mejor o peor, pues todo depende de cada comprador, tomando en cuenta sus diversas necesidades y posibilidades económicas.
Por ejemplo, si el comprador no tiene intención de ocupar el inmueble y lo que desea es recuperar su inversión a mediano y largo plazo, es probable que lo mejor para él sea optar por un remate hipotecario, puesto que podrá adquirirlo a un costo muy por debajo del precio real y con algunas remodelaciones logrará duplicar su capital.
Por otro lado, cuando el comprador busca un inmueble para vivir en él o rentarlo para recuperar a largo plazo la inversión a través del cobro de las rentas, es probable que su mejor alternativa sea la compra-venta, además de que por lo general, la entrega de los inmueble en esta modalidad es de manera inmediata.
En Aminta, nuestros asesores están listos para evaluar tus necesidades y brindarte la mejor alternativa para ti, además de ayudarte durante todo el proceso, hasta lograr una negociación fructífera y quedes satisfecho con tu inversión. ¡Contáctanos!
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